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A medio cuarto de legua de la muy antigua villa de Fuentes, en el Reino de Sevilla, se levanta una fuente que desde siglos atrás fue el principal abastecimiento para la «manutenzión del común de estte vesindario». Ésta se surte a partir de un complejo sistema subterráneo de captación y conducción de aguas formado por dos manantiales o “minas”.

Rodeada de restos de distintos pueblos antiguos que habitaron estos lares, ya en 1599 aparece citada en las Actas Capitulares acordándose su reparo, y en 1690 el Cabildo Municipal acuerda hacer la fuente de piedra, para lo que contrata al cantero de Morón Antonio Gil.

A lo largo del siglo XVIII, varios miembros de la saga de alarifes de los Ruiz Florindo intervienen en el conjunto, ya que se continúan diversas reformas debido a la pérdida de suministro y a defectos en las conducciones.

Como en la Fuente de la Reina, otros manantiales y pozos de estas tierras llenas de historia siguen manando agua «buena y clara» desde tiempos remotos; características de un territorio que dieron el nombre a este maravilloso lugar del mundo que es Fuentes, de Andalucía.

martes, 19 de enero de 2021

LA RELIQUIA DEL GLORIOSO PATRÓN DE LA VILLA DE FUENTES, SAN SEBASTIÁN, MÁRTIR.

Francis J. González Fernández
Cronista oficial de la villa de Fuentes de Andalucía

 «En la villa de Fuentes a 25 de Marzo de 1599 el Concejo, Justicias y Regimiento de esta villa y el Común de ella se juntaron a Cabildo abierto en la Plaza Pública de ella, habiéndolo ante todas cosas pregonado públicamente ayer y hoy, como se debía hacer este Cabildo, el cual es para tratar y convenir acerca de que un número quieren votar por patrón de esta villa al Glorioso San Sebastián […].

Acordaron unánimemente y conformes que se haga perpetuamente una fiesta en que haya vísperas y misas al bienaventurado San Sebastián por este voto, […] y hagan las acciones que convengan para que tenga gran solemnidad esta festividad».

De este modo queda reflejado en las actas capitulares el voto que el pueblo de Fuentes hizo al santo Sebastián en acción de gracias por haber evitado el mal contagioso de la peste entre sus vecinos, y el compromiso adquirido por el cabildo para cada año, honrar al santo en su festividad.

Así ha ocurrido durante siglos, quedando constancia escrita de como el estamento municipal asumía los gastos de las fiestas celebradas al efecto, así como el estipendio de la celebración religiosa, la designación y honorarios del predicador, incluso del montaje del paso del santo para su procesión, no solo en su fiesta, sino también en el cortejo del Corpus, donde fue frecuente su presencia en determinadas épocas. Hasta tal punto llegó el cumplimiento del deber adquirido, que el propio cabildo llegó a costear la primitiva efigie del santo, reemplazada a finales del siglo XIX por la actual que igualmente financió, inclusive la nueva peana, paso, candelabros…, conservándose afortunadamente ambas imágenes.

San Sebastián fue un centurión romano martirizado por no renunciar a la fe cristiana. Tras sobrevivir a un primer martirio en el que fue asaeteado atado a un árbol, volvió a interpelar al emperador, quien decretó su apaleamiento y arrojado a una cloaca en el año 288.

Tradicionalmente, las plagas eran representadas como una lluvia de flechas que emanaba de la mano de Dios. Así, nació la creencia de que aquel que había sobrevivido a un ataque de flechas -San Sebastián, en el primero de sus martirios- era capaz de proteger a los devotos de las calamidades que diezmaron a la población durante la Edad Media, convirtiéndose en un santo protector vinculado al mal de la peste.

Tal es así, que solo en el entorno geográfico de Fuentes de Andalucía, San Sebastián es patrón de Lora del Río, Brenes, Cantillana, Villaverde del Río, Los Molares, Marchena, La Puebla del Río, Albaida del Aljarafe, Benacazón, Dos Hermanas, Guillena, Los Palacios y Villafranca, Salteras, Tomares o Camas, entre otros.

LA RELIQUIA DE FUENTES

El culto de las reliquias ha sido uno de los elementos más característicos y llamativos del cristianismo desde sus orígenes. Las reliquias se definen como los restos de los mártires o los santos, ya sean corporales –como los huesos, el cabello o incluso tejido orgánico– u objetos asociados con el santo en cuestión y su martirio, de ahí que sean denominadas “ex ossibus, ex corpore, ex carne, ex pulvere…”. Se guardaban en recipientes especiales, los relicarios, y se colocaban en las iglesias –bajo el altar o en una capilla– para que los fieles los veneraran en el día de cada santo y participaran de la santidad y gracia ligadas a esos restos.

El culto a las reliquias se popularizó inmensamente durante la Edad Media; las gentes buscaban de ellas la mediación milagrosa y no dudaban en peregrinar cientos de kilómetros para alcanzar las más preciadas.

Las reliquias se dividen en varios tipos:

- De Primera Clase: el cuerpo del santo o partes notables de este. Las reliquias de primera clase se dividen a su vez en tres tipos:

· Insignes: cuerpos enteros o una parte completa de este, o un órgano incorrupto.

· Notables: partes importantes del cuerpo pero sin constituir un miembro entero.

· Mínimas: esquirlas de huesos, pelos, sangre, o minúsculos trozos de carne.

- De Segunda Clase: objetos que los santos usaron en vida.

- De Tercera Clase: cualquier objeto tocado a una reliquia de primera clase o a la tumba del santo.

Sin tener datada la fecha de su recepción, la Parroquia de Santa María la Blanca de Fuentes de Andalucía custodia una reliquia mínima de primera clase “ex corpore” del patrón de la villa, el mártir San Sebastián. 

La misma está expuesta al culto en un relicario gótico de plata fechado en 1894, que ostenta el punzón de Meneses.

El relicario forma parte de la destacada colección de orfebrería que se expone en la sacristía del principal templo de la villa, y cada 20 de enero la reliquia es expuesta a la veneración de los fieles. En 2021, a causa de la pandemia que asola a la orbe mundial, la procesión del patrón por las calles de la villa ha sido suspendida, así como la veneración de la reliquia, que está expuesta en el altar de cultos extraordinario que San Sebastián preside en la capilla mayor de Santa María la Blanca, la “catedral blanca de la campiña”.

Durante más de cuatro siglos los fontaniegos han implorado la intercesión divina de San Sebastián para que librara a Fuentes de la peste y otras desgracias y calamidades. Cuando los males contagiosos se consideraban ya infortunios del pasado, una “nueva peste” nos saquea en pleno siglo XXI.

San Sebastián, mártir, patrón de la villa de Fuentes, ruega por nosotros.

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