A finales de mayo de 2025, la Policía Local de Fuentes de Andalucía comunicaba en sus redes sociales que «Por motivos de seguridad y peligro de derrumbe se ha cortado con valla metálica la circulación de peatones en la calle Ruiz Florindo». Tal hecho no nos resultó insólito, pues esta peculiar vía del trazado viario fontaniego más remoto no ha estado exenta a lo largo de su historia de la privación de su uso por parte de la población.
Esta callejuela, durante siglos, no ha sido más que un callejón que comunicaba las calles Mayor y Hurtado, delimitada por los costados de las casas cuyas fachadas principales se abrían a las vías antes citadas. Esto implica que, a pesar de existir desde la conformación del primitivo núcleo poblacional, las referencias documentales a esta calleja son prácticamente inexistentes.
Su cita más remota data de 1861, en la que según el padrón parroquial de la época tenía tres casas, apareciendo en la forma «Callejuela Mal Suceso».
El evidente origen de su
nominación nos hace fundamentarnos en un trágico acontecimiento de alguna
disputa o enfrentamiento con final fatal, que la ciudadanía tomó como
referencia para denominar a la calleja, y de cuyo uso oral se perpetuó en el
tiempo.
En 1944, un grupo de
vecinos formularon instancia al ayuntamiento solicitando autorización para
proceder a incomunicar con una verja de hierro –por la parte de la calle General Armero– la calle Mal Suceso y tapiarla por la calle Pozo Santo; accediendo los gestores a
dicha petición en el pleno del 1 de agosto «por
ser beneficioso para esta villa, pues con ello se evita continúe dicha calle
siendo un vertedero de inmundicias», pasando a ser ésta de uso privado de
los vecinos colindantes.
Un año después, en marzo
de 1945, el vecino Julio Velázquez García de Vinuesa solicitó al ayuntamiento
le fuera «vendido el trozo estrecho del
final de la calle Malsuceso, que tiene aproximadamente una longitud de 28
metros por 2 de ancho, alegando el haber quedado inutilizado al tapiar dicha
vía por su parte posterior», pero tras una amplia y deliberada discusión se
acordó por unanimidad desestimar dicha instancia.
La calle permaneció cerrada
durante décadas, a pesar de los intentos de su reapertura. Así ocurrió en 1972,
cuando el concejal José Rubio López propuso en el pleno del 13 de septiembre «la posibilidad de apertura al tránsito de
la calle Mal Suceso, clausurada en uno de sus extremos, o su cierre total si
así se creía conveniente porque en ella se arrojaba suciedad; estimando que su
apertura podría ser conveniente para más corto acceso al Mercado de Abastos». Propuesta
que quedó en estudio sin llegar a ser efectiva en la fecha.
Fue con la llegada del
nuevo régimen cuando tal apertura se consumó en los primeros meses de gobierno
de la primera corporación municipal de la Democracia. En junio de 1979 la
Asociación de Vecinos «Sebastián Domínguez» solicitó al ayuntamiento –en nombre de los vecinos de la calle Pozo Santo– que fuera reabierta la calle
Malsuceso, facilitando la conexión de
la calle Pozo Santo con la calle General Armero. Aprobada tal petición,
con la reposición pública de la vía el gobierno local aprobó la pavimentación y
alumbrado de la calle y su uso exclusivo peatonal, que no fue llevado a pleno
hasta enero de 1981.
En tal sesión, el alcalde
Sebastián Martín expuso que «que hechas
averiguaciones e interesado informe al secretario no ha podido saberse el
origen del nombre de Mal Suceso dado a esta céntrica calle. Únicamente y como
mera opinión parece ser que podía haberse así denominado como consecuencia de
algún hecho luctuoso acaecido en el lugar hace ya muchos años. Propone sea
mejorada dicha calle con pavimentación típica y alumbrado de farolas de forma
que desaparezca su sórdido aspecto dado el lugar tan céntrico en que se haya
ubicada, para lo que se cuenta además con la colaboración del vecino Sr. Pérez
García en lo que respecta a fachada de su propiedad, y darle nuevo nombre que
bien podría ser el de los Ruiz Florindo, maestros alarifes locales del siglo
XVIII a los que tantas magníficas obras se les deben, que se conservan en su
mayoría actualmente y que constituyen el Fuentes monumental».
Tras deliberación del
plenario, la propuesta fue admitida con el voto favorable unánime de todos los
capitulares, sustituyendo el nombre de Malsuceso
por el de Maestros de Obras Juan y Alonso
Ruiz Florindo, aunque finalmente fue efectivo en la forma Maestros Alarifes Ruiz Florindo.
Francis J. González Fernández
Cronista oficial de la villa de Fuentes de Andalucía

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