Hoy
Jueves Santo, 9 de abril de 2020, se cumplen exactamente cuatrocientos años de
la fundación del Monasterio de la Encarnación de las Madres Mercedarias
Descalzas de Fuentes de Andalucía; un cenobio que el 18 de noviembre de 2018,
con no poco pesar y tristeza y tras múltiples acciones para intentar revocar la
dolorosa decisión, se clausuraba en las puertas de la conmemoración del IV
centenario fundacional. La falta de vocaciones y la optimización de recursos
humanos por la avanzada edad de muchas de las religiosas de la Orden avalaban
la penosa determinación, que en los últimos años rondaba las longevas
dependencias conventuales del barrio de la Alameda.En
la revista de Feria de Fuentes de Andalucía 2019 [1] profundicé en los
antecedentes y orígenes de la fundación de este cenobio, dando a conocer las
distintas circunstancias y razones particulares que se dieron para tal
implantación, por lo que en el presente me ceñiré a narrar la llegada en sí de
las primeras religiosas y las celebraciones propias que se desarrollaron con
motivo de la nueva implantación.

Las
villas de Fuentes y Lora, en el reino de Sevilla, distaban escasamente cuatro leguas
[2], y configuraron un binomio excelente contribuyendo, una a otra, en las
fundaciones de los cenobios mercedarios descalzos.Si
en 1609 el convento fontaniego –fundado en 1608– fue determinante para la
implantación de los mercedarios en Lora, años más tarde ocurría a la inversa;
de Lora partirían en 1620 las monjas para el que sería el segundo monasterio de
descalzas mercedarias, cuya rama femenina había nacido en 1617.
A
los deseos fervientes de una nueva fundación de don Diego Escobar de Marmolejo –regidor
perpetuo de Lora que terminó dentro de la orden descalza como religioso– y de
los marqueses de Fuentes –don Gómez de Fuentes y Guzmán y doña Catalina de
Sandoval–, hay que sumar el incuestionable empeño del doctor Gamero Adalid,
vicario de Fuentes; de la comunidad mercedaria fontaniega, ya asentada en la
población y con un notable reconocimiento; y la mente presta de fray Alonso de
la Concepción, tan ligado a las comunidades descalzas de Fuentes y Lora.De este modo los acontecimientos fueron tomando
curso y en 1619 el propio fray Diego –ya profeso y como subdiácono– se desplaza
a Fuentes, llevando consigo un maestro albañil para iniciar las obras. El
cenobio se levantaría «enfrente del
jardín de los dichos Señores Marqueses por tenerle cerca del palacio y hallose
un solar con algunas tres o cuatro tapias de alto suficiente para una iglesia
donde se quisieron hacer en otros tiempos dos fundaciones» [3],
concretamente de la Orden de San Francisco Descalzos y Descalzos Carmelitas. «Acotose la Iglesia […] y dos casas que lindaban con la dicha
iglesia y después de acomodarle las oficinas para el dicho convento que todo se
hizo con mucha brevedad» [4].
Desde
finales de 1619 está fray Diego en Fuentes encargado de dirigir la construcción
del convento e iglesia, a cuyo edificio aporta también numerables bienes
muebles de sus casas de Lora. Los marqueses aportan dos mil ducados para la
construcción y otros dos mil para el capital con cuyas rentas se contribuye al
sustento de las religiosas, reservándose el derecho de nombrar ocho religiosas
sin dote [5].

Tras
la petición cursada por el marqués, el 23 de marzo de 1620 el arzobispo de
Sevilla, don Pedro de Castro y Quiñones, otorga licencia de fundación [6], y el
8 de abril salieron del
convento mercedario de Lora del Río con destino a fundar el monasterio de la
Encarnación de Fuentes la madre sor María de la Encarnación [7] como
comendadora, madre sor Catalina de Santa Gertrudis (que había sido esposa de
don Diego Marmolejo, luego fray Diego de San Ramón) como tornera; sor María de
la Antigua [8], hermana de velo blanco, y la vicaria que llegó del convento
calzado de la Asunción de Sevilla, la madre sor Magdalena de Jesús [9],
viajando hasta Lora para salir junto al grupo fundador hacia Fuentes.
Antes
de que llegaran las religiosas a la Encarnación, que «como a media legua» fueron recibidas por una multitud de niños «bien vestidos», dos señoras aguardaban
su llegada. Eran doña Isabel de Vega –hermana de la beata Juana de Cristo– y
doña María de Montesinos, con intención de iniciar el noviciado. Fray Diego de
San Ramón, que alguna noticia tenía al respecto, se hizo el desentendido permitiendo
su estancia en el nuevo cenobio.A
la muchedumbre que entró en la villa rodeando el carruaje de las religiosas, se
sumó una ingente cantidad de personas que se aglutinaban en las inmediaciones
del nuevo convento, e incluso la entrada en la nueva iglesia fue amenizada
musicalmente por ministriles, «con gran
aplauso y alegría de todo el lugar».

Al
día siguiente de la llegada, se colocó el Santísimo en la iglesia del nuevo
monasterio, cuyos oficios religiosos presidió fray Hernando de Ribera –padre
provincial–, predicando fray Fernando de Santa María –primer provincial de la
Descalcez–. El marqués de Fuentes ofreció en su palacio un banquete a los
descalzos y personas destacadas del lugar y por la tarde celebraron vísperas
solemnes y sacaron el Santísimo en procesión [10], quedando por tanto
fundado el convento de la Encarnación de las Mercedarias Descalzas de Fuentes
de Andalucía –cuyo título fue elegido expresamente por la marquesa de Fuentes– el
9 de abril de 1620.
Francis J. González Fernández
Cronista oficial de Fuentes de Andalucía
Ref. bibliográfica: GÓNZALEZ FERNÁNDEZ, Francis J. En Revista de la Semana Santa de Fuentes de
Andalucía 2020. Fuentes de Andalucía (Sevilla): Hermandad y Cofradía de
Nazarenos de Nuestro Jesús de la Santa Vera Cruz y María Santísima del Mayor
Dolor, 2020, núm. 25, págs. 68-69.
NOTAS:
1] GONZÁLEZ
FERNÁNDEZ, Francis J. Antecedentes y origen del Monasterio de la Encarnación de
Mercedarias Descalzas de Fuentes de Andalucía. 1619-2019. En Revista de Feria de Fuentes de Andalucía 2019.
Fuentes de Andalucía (Sevilla): Delegación de Fiestas Populares del
Ayuntamiento de Fuentes de Andalucía, 2019, IIª época, págs. 65-73.
2]
Así lo plasma fray Pedro de San Cecilio en sus Annales. SAN CECILIO, Fray Pedro de (O. de MD.). Annales del Orden de Desçalcos de N. S. de
la Merced Redempción de Cautivos Christianos. Barcelona, 1669, tomo II, p. 792.
3] (A)RCHIVO
DEL (C)ONVENTO DE LA ENCARNACIÓN DE (F)UENTES DE ANDALUCÍA. Libro de la Fundación del Convento de las
Mercedarias Descalzas de la villa de Fuentes de Andalucía, f. 9r.
4] Ibídem, f. 9r.
5] Ibídem, f. 8v.
6] (B)IBLIOTECA
(U)NIVERSIDAD DE (S)EVILLA, mss. A330/139: «Copias de las licencias que se dieron para la fundación de algunos Conventos [Copia de la licencia de fundación del
convento de la Encarnación, de Fuentes. 23 de marzo de 1620]» en Informaciones y asuntos varios…,
s.a. 16??, f. 102r.
7] La
madre María de la Encarnación era la religiosa más antigua que vino desde la
Asunción de Sevilla para abrir el convento de Lora, donde había sido vicaria y
maestra de novicias.8]
Sor María de la Antigua había sido criada de don Diego y doña Catalina, y había
seguido a su señora en la vida religiosa, tomando el hábito poco después de
ella.
9] A.C.F.
Libro de la Fundación…, f. 11-11r.
10] Ibídem, f. 20-20r.