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A medio cuarto de legua de la muy antigua villa de Fuentes, en el Reino de Sevilla, se levanta una fuente que desde siglos atrás fue el principal abastecimiento para la «manutenzión del común de estte vesindario». Ésta se surte a partir de un complejo sistema subterráneo de captación y conducción de aguas formado por dos manantiales o “minas”.

Rodeada de restos de distintos pueblos antiguos que habitaron estos lares, ya en 1599 aparece citada en las Actas Capitulares acordándose su reparo, y en 1690 el Cabildo Municipal acuerda hacer la fuente de piedra, para lo que contrata al cantero de Morón Antonio Gil.

A lo largo del siglo XVIII, varios miembros de la saga de alarifes de los Ruiz Florindo intervienen en el conjunto, ya que se continúan diversas reformas debido a la pérdida de suministro y a defectos en las conducciones.

Como en la Fuente de la Reina, otros manantiales y pozos de estas tierras llenas de historia siguen manando agua «buena y clara» desde tiempos remotos; características de un territorio que dieron el nombre a este maravilloso lugar del mundo que es Fuentes, de Andalucía.

jueves, 14 de mayo de 2020

MAYO 2020. CUANDO LA VIRGEN NO BAJÓ DE SU ALTAR. Devoción y culto a María Auxiliadora en Fuentes de Andalucía




De no ser por esta terrible pandemia del covid-19, Fuentes de Andalucía estaría ya inmersa en las celebraciones propias del mes de mayo en honor y gloria de la Santísima Virgen, bajo la extendida advocación de Auxilio de los Cristianos, concluyendo –a finales de mes– con la siempre esperada Romería de María Auxiliadora, culmen de las fiestas.
Pero el estado de alarma sanitaria y las condiciones marcadas por las autoridades, han desembocado en la suspensión –por este año– de la celebración de los cultos externos principales, tales como la procesión infantil y ofrenda a la Virgen, procesión de gloria y romería. Por el contrario, a la espera del desarrollo de los acontecimientos y a expensas de las directrices de la Archidiócesis, la Hermandad no descarta la celebración del Triduo a la Virgen y la Función Principal en fechas próximas. 
Será, por tanto, un mayo insólito; una primavera como si le faltaran las flores. Y es que este espantoso virus nos está dejando cientos de imágenes y situaciones que –ni en la peor de las pesadillas– hubiéramos llegado a pensar que podríamos vivir en pleno siglo XXI. Pero también está sacando lo mejor de muchas personas que se están desviviendo, con sus hechos y sus dichos, por la vida, el bienestar y la salud general de los ciudadanos; porque el bien común es provecho para la vida y el alma de cada uno de nosotros.
Será un mayo, en el que la Virgen no bajará de su altar tras muchas décadas de culto y devoción a María Auxiliadora. Será un mes de María que viviremos desde la iglesia doméstica que es cada familia en el altar particular e íntimo del hogar. Será un mayo de muchas oraciones, de muchas plegarias, peticiones y gracias. Serán días de sueños por lo que está por llegar, anhelando esa normalidad –a la que no dábamos importancia– y que hoy tanto echamos de menos.
La devoción a la Virgen de don Bosco en Fuentes de Andalucía es relativamente reciente, aun cuando cuenta ya con casi una centuria desde la llegada de los padres salesianos a estos lares en 1929. Desde entonces, no ha faltado un mayo florido de rezos, cantos y cultos públicos a la Virgen bajo la siempre hermosa advocación de Auxiliadora de los cristianos.
Hoy, en mayo del año 2020, cuando Ella no bajará de su altar, su mediación es más necesaria que nunca ante esta pandemia que aterra a la población mundial. Y nosotros –devotos, fieles, romeros…– tenemos que hacer gala de nuestra condición de «buenos cristianos, y honrados ciudadanos», en palabras de don Bosco; actuando ante estos crueles acontecimientos con fe, esperanza y caridad, y cumpliendo escrupulosamente las medidas sanitarias establecidas para conseguir, más pronto que tarde, salvar la vida y recuperar la normalidad.
Desde 1929 no se recuerda ni un solo mayo sin sus excelsos cultos, y a partir de 1978, la Virgen no ha faltado fiel a su cita de recorrer calles y senderos de esta tierra sobre esa carreta que es retablo vivo y relicario de oraciones para una devoción. 

PROLEGÓMENOS DE UNA ROMERÍA
Fue en 1977 cuando un grupo de jóvenes fontaniegos instan al entonces párroco, don Jesús Córdova Sampalo, la celebración de una romería en Fuentes de Andalucía, principalmente con el trasfondo de romerías que van ganando popularidad en pueblos cercanos, pero la iniciativa no contó con la aprobación de la citada autoridad eclesiástica local.
En escasos meses –otoño de 1977–, tomó posesión al frente de la parroquia un nuevo sacerdote: el presbítero don Ramón Díez de la Cortina Consuegra. Los impulsores de la romería retoman el proyecto, y no solo consiguen el beneplácito del párroco, sino que don Ramón se convierte en un aliado que trabajará con ellos en el empuje definitivo para poder establecer en Fuentes de Andalucía una romería anual como peregrinación pública de fe y religiosidad popular.
Entre los promotores estaban Juan Corzo López, Paco y Antonio Fernández de Peñaranda Pérez… y la primera cuestión a resolver que se les presentó fue la advocación de la Virgen o santo a la que dedicar la romería. Entre los candidatos estuvieron San Sebastián, declinado por celebrarse su festividad en enero, fecha poca apropiada para una romería; la Virgen del Rosario, cuya imagen de un valor histórico considerable no era oportuna; la Virgen de Fátima, que ya presidía la romería de la vecina localidad de La Campana; o la Virgen de Lourdes, entre otras. Pero finalmente fue María Auxiliadora la advocación elegida, decisión sustentada principalmente en dos causas: por un lado, la de tratarse de una devoción inculcada por los salesianos durante las dos décadas que mantuvieron colegio en Fuentes de Andalucía y cuyos antiguos alumnos habían recuperados los cultos de triduo y procesión en los últimos años; y por otro, el de la fecha de la festividad de la Virgen, el 24 de mayo, muy idónea para la celebración de una romería a un determinado paraje natural del entorno de Fuentes [1].

CUANDO LA DEVOCIÓN A MARÍA AUXILIADORA LLEGÓ FUENTES DE ANDALUCÍA
La advocación mariana de «Auxiliadora» ya era conocida en los primeros siglos de nuestra era por las nacientes comunidades cristianas –el primero que llamó a la Virgen María con este título fue San Juan Crisóstomo, en Constantinopla, en el año 345 d.C. –. Pero sin duda, fue San Juan Bosco y los salesianos con los que esta advocación mariana encontró la popularización y llegó hasta Fuentes de Andalucía de la mano de la «Pía Sociedad de San Francisco de Sales», nombre oficial de los Salesianos de don Bosco (SDB), la congregación religiosa católica fundada en Italia en 1859 por el sacerdote turinense cuyo carisma principal es la promoción de los jóvenes, erigiendo su primera casa en España –en Utrera– en 1881.
El establecimiento de esta congregación en Fuentes de Andalucía se debe, como en otros tantos casos, a los deseos caritativos de una bienhechora, ilustre fontaniega: María de los Ángeles Sevilla y Fernández de Peñaranda, que legó gran parte de su herencia a los salesianos para que se establecieran en el pueblo y se dedicaran, de esta forma, a tareas educativas con los niños más necesitados.
En los primeros años del siglo XX, María de los Ángeles Sevilla comienza a mantener contactos con diversas órdenes religiosas, con el objetivo del establecimiento en Fuentes de alguna de estas para la instauración de un centro benéfico-docente en favor de los niños desfavorecidos del pueblo. Estos contactos se acentúan a partir de 1909 con la Inspectoría Bética de María Auxiliadora, pero son lentos los diversos trámites a cumplir que exigen los salesianos para el establecimiento.
Sin ver cumplidos sus deseos, María de los Ángeles, que había llegado a un preacuerdo con los superiores de la comunidad salesiana, fallece el 29 de enero de 1916, a los 63 años, víctima de un proceso canceroso, dejando todos sus bienes a su hermana Ana María, a quien encomienda la tarea de llevar a feliz puerto su proyecto, que habría de esperar todavía 14 años para hacerse realidad.
Por fin, en octubre de 1929, meses antes de la fundación de la casa fontaniega, la Inspectoría encarga a don Rafael Torno –que sería el primer director– la supervisión de las obras que se estaban llevando a cabo en cumplimiento del acuerdo en las instalaciones cedidas. «Así el domingo 20 de octubre tomé posesión de esta casa e Iglesia de San José y escuelas anejas, en nombre del Rector Mayor de la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, instalándome en ella solo y quedando al frente de las obras, que en seguida se reanudaron con el fin de prepararlo todo y dar admisión a los niños en las escuelas» [2].
El 31 de diciembre de 1929 sería abierta la nueva casa de Fuentes de Andalucía, bajo el título de «Escuelas Salesianas de Santa Ana», siendo su primer director don Rafael Torno. Se veía así cumplida la voluntad de las hermanas Sevilla, comenzando aquí la andadura del Patronato «Santa Ana».
Los salesianos estaban satisfechos con la nueva fundación. Así lo reflejan las crónicas de estos primeros días: «Los niños acuden muy puntuales a la Santa Misa y a las clases, reinando mucho entusiasmo en todos, y la impresión producida en el pueblo no puede ser más grande. A poco se comenzará a enseñarles las oraciones que rezan durante la Santa Misa por las tardes, antes de marchar a sus casas» [3].
La familia benefactora dotó a la obra de la casa familiar de la calle Fernando de Llera, hoy número 7, valorada entonces en 18.000 pesetas, un solar en la calle del Convento, con un amplio patio en parte del cual se construyeron salones y retretes, y un capital de 281.200 pesetas en títulos amortizados con cuyos beneficios se habría de mantener en funcionamiento la obra instituida.
Con la fundación en marcha y el colegio en funcionamiento, la naciente comunidad encarga la ejecución de una imagen de María Auxiliadora para la iglesia, que sería donada por la fundadora, Ana María Sevilla Fernández de Peñaranda. Su ejecución correría a cargo de José Alarcón Santacruz, en los nacientes talleres de escultura de la Trinidad de Sevilla, y la nueva efigie sería recibida en Fuentes de Andalucía en los primeros días de junio de 1930.
La llegada de la imagen de la Virgen a Fuentes de Andalucía, a la que diariamente –durante casi dos décadas– los niños del colegio dirigían sus rezos y plegarias, provocó la diligente extensión de la devoción a la advocación de María Auxiliadora, cuya semilla plantada por los salesianos germinó prodigiosamente con el paso de los años, y a lo que también contribuyó la fundación en 1932 de la Archicofradía de María Auxiliadora, cuyo Simpecado aún se conserva y utiliza la Hermandad, con 153 cofrades y estableciéndose la visita domiciliaria de María Auxiliadora con 6 capillitas [4].
A pesar de que la marcha del colegio era buena, con más de 200 niños escolarizados, las dificultades económicas para su sostenimiento empiezan a presagiar, en 1946, una situación insostenible. Pese al interés y preocupación del pueblo y los trámites del alcalde y el párroco, todos los intentos por salvar esta casa salesiana resultaron infructuosos y en octubre de 1948 quedarían clausuradas las escuelas salesianas de «Santa Ana» por el Inspector de la Bética, don Felipe Palomino, devolviéndose todos los bienes de la Fundación al Patronato. Concluía así una obra de 18 años que había producido abundantes frutos en el pueblo.
La huella que dejaron los salesianos en los 19 años que desarrollaron su labor en Fuentes de Andalucía fue muy honda. Con su menester, su magisterio, su labor educadora,… inculcaron fuertemente en las familias fontaniegas la devoción y el amor a María Auxiliadora, la Virgen de don Bosco.
Tras la clausura del colegio y la casa salesiana, los antiguos alumnos continuaron celebrando cada año un triduo en la fecha de la fiesta de la Virgen, el 24 de mayo, y en ciertas ocasiones procesión con la imagen de María Auxiliadora. En 1970 estos cultos dejan de celebrarse por la ausencia de un gran número de antiguos alumnos en el pueblo pero, en 1974, se recupera nuevamente el triduo y la procesión de la Virgen, siendo cada vez más numerosa la presencia de fieles en dichas celebraciones.

LAS PRIMERAS ROMERÍAS Y LA FUNDACIÓN DE LA HERMANDAD
Tras designar los promotores y el párroco a la Virgen María Auxiliadora como titular de la romería a organizar, estos entraron en contacto con los antiguos alumnos salesianos y devotos que cada año venían celebrando los cultos de mayo, acogiendo un grupo de estos últimos la proposición con agrado y entusiasmo, dando cuerpo entre todas las partes al proyecto para hacer del mismo una realidad.
El lugar designado para acoger la peregrinación sería uno de los chaparrales de la finca del Castillo de la Monclova. Para ello, el propio don Ramón y Juan Corzo López se personaron en la hacienda para formular la petición, y con la intercesión del encargado de la finca, obtuvieron el beneplácito del duque de Francavilla, Jaime de Arteaga y Martín, –que a la fecha tenía registrada su residencia en la Monclova–, y de su padre, a la sazón dueño de la propiedad, el duque del Infantado, Iñigo de Arteaga Falguera.
Resueltas las cuestiones de la advocación y el destino de la romería, el tercer aspecto a solventar, y quizás el de mayor trascendencia, era la imagen que debía presidir el acto festivo, ya que la efigie a la que rendían cultos los antiguos alumnos no era apropiada por su gran dimensión.
Pero como la ilusión superaba toda barrera, ante el conocimiento de que la vecina Pepita García Rigalt y su familia disponían de una imagen de la Virgen de dimensiones menores, no dudaron en solicitarla, obteniendo el feliz ofrecimiento. Una imagen que el marido de Pepita, el confitero Miguel Fernández, había recibido tras resultar agraciado en el sorteo de la misma llevado a cabo en décadas anteriores en el Casino Artesano.
Y de este modo, el domingo 28 de mayo de 1978, tras la celebración de los cultos propios, entre un gran ambiente festivo y fervorizado, muchos fontaniegos salieron en romería en las primeras horas de la mañana junto a la carreta de la Virgen en numerosas carrozas, a pie, a caballo,… y al llegar al lugar elegido celebraron la Misa de Romeros, cantada por un naciente coro organizado al efecto. Tras la jornada de convivencia, la comitiva regresó al pueblo, llegando la Santísima Virgen al anochecer al convento de San José, de donde había partido.
Los acontecimientos se fueron sucediendo, y de este modo se adquirió una nueva imagen para la romería de 1979 por suscrición popular y una carreta para la Virgen donada por el propio duque del Infantado y, dos años después, el 10 de marzo de 1981 y tras convocatoria pública, un nutrido grupo de antiguos alumnos y organizadores de la romería se reunieron con objeto de constituir la Hermandad de María Auxiliadora y elevar solicitud a la Vicaría General del Arzobispado de Sevilla.
La entidad como tal se fue consolidando, y el calendario festivo de mayo se fue ampliando con la implantación del pregón de las fiestas, procesión infantil y ofrenda de flores.
Emotivo fue para los romeros el año 1987, en el que tras nueve años en el Castillo de la Monclova la romería cambiaría de ubicación, pasando a celebrarse, aunque solo por este año, en el paraje conocido como «El Torrejón», junto a la carretera de Travieso.

UNA NUEVA ETAPA. LLEGA «LA SENTAÍTA»
La imagen adquirida en 1980 resultó de escasa calidad, y el consiguiente deterioro de la misma provocó que la Junta Promotora llegara a estudiar la posibilidad de la adquisición de una nueva imagen, pero en esta ocasión, encargando su hechura al afamado escultor sevillano Juan Abascal Fuentes.
Pasadas las seis de la tarde de un soleado domingo 24 de abril de 1988, la nueva imagen sedente de María Auxiliadora, conocida cariñosamente desde entonces como «La Sentaíta», fue recibida por una gran multitud a la entrada del pueblo, en la Cruz Juan Caro, donde fue bajada de un furgón y desde allí llevada en andas hasta la Iglesia Parroquial donde sería bendecida en una celebración multitudinaria, pasando antes por la residencia de ancianas de las Hermanas de la Cruz.
Esta nueva efigie fue instalada en la Capilla Bautismal de la Iglesia Parroquial, convirtiendo la misma en el lugar de exposición al culto de la Virgen, y desde esta fecha es la imagen que, como Titular de la Hermandad, preside cada año la romería.
Con la llegada en 1988 de la imagen, la Hermandad comenzó a trabajar en una nueva carreta, que se ha ido completando durante las siguientes décadas hasta llegar a la magnífica configuración actual. Es también este primer año de «La Sentaíta» cuando por vez primera se celebra la romería en el emplazamiento de la vereda de la Fuente de la Reina.
Y con objeto de conseguir un lugar definitivo para la Romería, en 1989, la Hermandad comienza una recogida de firmas, solicitando al Ayuntamiento de la localidad la creación de un parque en la finca de propiedad municipal del Molino de Viento, colindante con la vereda en cuestión; y es en  1993 cuando el Ayuntamiento de Fuentes de Andalucía emprende la construcción de una ermita para María Auxiliadora sobre las ruinas del antes citado Molino de Viento, así como la arborestación y acotamiento del recinto de un parque rural, todo ello junto a la vereda de la Fuente de la Reina, donde ha venido celebrando cada año la romería en las décadas siguientes. 
Un año después, el 13 de mayo de 1994, el ente municipal hacía entrega de la nueva ermita a la Hermandad, que sería bendecida en la fiesta de la Virgen, el 24 de mayo.


El año 1997 sería el único, hasta 2020, de la ausencia de la peregrinación de la Virgen al campo en romería. Por motivos de lluvia, la Misa de Romeros tuvo que celebrarse en el interior del templo parroquial –la iglesia de San José estaba cerrada al culto por obras tras el desprendimiento de parte de su techumbre– y cancelarse la celebración de la romería. La lluvia se prolongó durante toda la mañana de aquel 25 de mayo, pero una despejada y soleada tarde permitió que la Virgen saliera a la calle en su carreta pasadas las 6 de la tarde y recorriera el pueblo de Fuentes, haciendo su tradicional visita a las ancianas de la residencia de las Hermanas de la Cruz.

LOS ÚLTIMOS AÑOS
En la etapa reciente de la Hermandad se han ido introduciendo numerosas novedades y se ha iniciado la renovación e incremento considerable del patrimonio de la corporación, tanto humano como material, así como revitalizando en general las fiestas de la Virgen.
Y como último aspecto histórico a destacar, cabe citar la celebración de la cuadragésima Romería de María Auxiliadora, por lo que ante tal efeméride el Cabildo General del hermanos ratificó la propuesta de la Junta de Gobierno de celebrar la Romería de la Virgen el 28 de mayo de 2017, en la finca del Castillo de la Monclova, en el mismo emplazamiento que lo hiciera aquel último domingo de mayo de 1978. Un lugar al que siguió peregrinando durante 2018 y 2019.
Cada año, el mes de mayo, mes de María, en Fuentes tiene un nombre propio, y no es otro que María Auxiliadora. Las calles se engalanan de celeste y rosa, y centenares de personas participan en los diversos actos y cultos que culminan uno de los últimos domingos del mes, en el que entre el tronar de cohetes y ecos de tamboril, entre palmas y sevillanas, Fuentes se viste de gitana y monta a caballo para acompañar por los caminos de esta tierra a la Virgen de don Bosco, «primero por las calles y después por los senderos».


El próximo 24 de mayo de 2020, fecha designada al afecto hace unos meses para la Romería, la Virgen no bajará de su altar para ser entronizada en su carreta. Las normas de desescalada para el desconfinamiento en la fase 1 (Desde las 00:00 horas del lunes 11 de mayo a las 23:59 h. del domingo 24 de mayo) autorizan la apertura de los templos y las celebraciones litúrgicas con un aforo del 30 % y cumpliendo estrictas medidas de seguridad sanitaria y distanciamiento social. Ello, nos permitirá al menos, poder compartir la Eucaristía y visitar a la Virgen, aunque sea escasos minutos. Será un día especial, en un mayo histórico, pues la cuadragésima tercera romería de la Virgen será en nuestros corazones. Un camino de oración, un camino de fe. 

¡VIVA MARÍA AUXILIADORA!

Francis J. González Fernández
Cronista oficial de la villa de Fuentes de Andalucía
Devoto de la Virgen y hermano de la Hermandad de María Auxiliadora


NOTAS:
1] Testimonios recogidos de Juan Corzo López, Luis Jiménez Rabadán, Carmen González Beltrán, Juan Osuna Naranjo, Diego Aguilar García y Victoria Caballero Herce.
2] Archivo Inspectorial de Sevilla (AIS). Sección Fuentes de Andalucía. Caja única: «Crónicas de la Casa Salesiana de la villa de Fuentes de Andalucía (Sevilla) desde 1930 a 1935». Están manuscritas y sin enumerar.
3] AIS. Sección Fuentes de Andalucía. Caja única: «Crónicas de la Casa Salesiana de la villa de Fuentes de Andalucía (Sevilla) desde 1930 a 1935». Está manuscrito, pág. 6.
4] AIS. Sección Fuentes de Andalucía. Caja única: «Libro de Crónica de la Casa Salesiana de esta villa de Fuentes de Andalucía (1930-1948)». Págs. 32-33.